Amor Prohibido (Cap 1)

Capitulo 1

Eso ocurrió cuando tenia siete años de edad. Ahora tengo dieciséis, y todavía me pregunto como fue que sobreviví. Luego del accidente no fui al colegio durante 2 semanas. Y cuando volví todo el mundo me acosaba con preguntas acerca de lo ocurrido: ¿cómo fue que sobreviví a la marea? ¿qué hacían mis padres cuando yo me estaba ahogando? O ¿cómo sobreviví?, esas clases de preguntas que yo tampoco sabia contestar, así que hasta el día de hoy mis dudas no han sido aclaradas.  Todos los chicos en la primaria me llamaban Amy “la milagrosa“ debido a que fue un milagro lo que me ocurrió. O eso seria lo que los creyentes de dios darían como explicación, ellos y el medico que me atendió. Nadie tenia la mas remota idea de cómo había sobrevivido.

 

Amy es mi nombre, pero no soy un milagro. Vivo en un pequeño pueblo llamado Trennsville. El pueblo mas aburrido y monótono que pueda existir en el mundo, ya que la única diversión de la que podemos disfrutar los habitantes de este pequeño pueblo es ir a la playa los fines de semana con tu familia y amigos, y los demás días puedes ir a los centros comerciales con tus amigos a hacer: nada. No me gusta la playa por razones ya obvias y tampoco los centros comerciales infestados de adolescentes idiotas con una cotufa en donde se supone que tiene que ir su cerebro. Adolescentes que se la pasan besándose con algún jugador de Football en los baños del cine. Eso no es exactamente mi idea de divertirme. Además no soy considerada lo suficientemente resaltante, por así decirlo, para besarme con algún jugador idiota de football…. Tampoco que quisiera hacerlo, claro esta.

 

Algún tiempo atrás solía ser parte del grupo de los chicos lindos y populares del colegio y de las animadoras, todo el mundo nos envidiaba. No era que yo adorase esa vida pero seguramente era mejor de la que estaba llevando ahora. Mi peor error fue involucrarme sentimentalmente con un chico llamado Leo Sallaby, uno de los mas codiciados en el colegio y también el mas idiota de todos ellos. En ese momento pensé que era dulce y encantador, lo miraba desde los ojos de una niña enamorada pero luego me di cuenta de que era un bueno para nada. Uno que tenia una medalla con las animadoras de football y una por ser el estudiante que se ha metido en mas problemas que nadie en toda la historia de la Secundaria Trennsville. Para mi es solo un idiota, que puede hacer lo que desee con su vida debido a que su padre es un accionista de la bolsa bastante exitoso. Por estas razones, por ser rico y tener influencia en el mundo empresarial, Leo cree que puede hacer lo que le de la gana con todo el mundo. Pues por mi se puede meter su riqueza por….

 

-. ¡Amy, te estoy hablando! Vamos a llegar tarde a ciencias, ¿estas despierta? ¿O quieres que te busque un café a ver? Vamos!.- Lis interrumpió el hilo de mis pensamientos.

 

-. Lo siento Lis, solo estaba pensando.- Lisa es mi mejor y única amiga desde el incidente de Leo. Tenemos la misma edad y nos conocimos unos años atrás. Tenemos una relación bastante buena.

 

-. Esta bien. Solo sigue moviéndote, no quiero que la Srta. Herman empiece a hablar estupideces acerca de la responsabilidad o lo que sea. Ya mi mama me da todos los sermones que necesito. Eso te lo aseguro. Aparte que es una molestia tener que oírla.- Tenia razón. Mi profesora de ciencias es una de esas que te hablan acerca de su vida pasada hace millones de años y de cómo tenemos que ser jóvenes responsables en la sociedad. Así que hice lo que Lisa me dijo y seguí caminando por el corredor hacia mi clase de ciencias. La Srta. Herman no estaba en el salón cuando llegamos casi a la carrera.

 

-.¡Estupida regla de no correr en los pasillos!.- lis estaba acalorara, aunque no se permitía habíamos hecho una “caminata rápida“ al laboratorio de Ciencias.- Hey chicos, donde esta la Srta. Responsabilidad? Llega tarde.- Dijo Lis

      

-. No lo se, nadie la ha visto en la mañana. ¿Creen que se fue a casa?.- dijo Erica, una chica alta y rubia de pelo ondulado. Tenemos matemáticas y biología juntas, aunque nunca hemos hablado. Era simpática, o eso parecía.

 

-. Espero que haya faltado, porque no hice la tarea.- Dijo Andrew. Un chico de pelo negro y ojos marrones. El nunca hacia ninguna de las asignaciones que nos mandaban constantemente, y aun así tenia las calificaciones mas altas en ciencias. Es algo que nunca voy a llegar a entender. Esa suerte que le sonríe solo a unos cuantos en el mundo.

 

Antes de que alguien mas pudiera decir alguna palabra al respecto la Srta. Herman entro en el aula. Estaba vestida con su traje formal de color azul oscuro y sus mocasines negros, del estilo que mi abuela solía utilizar. Ella era una profesora bastante predecible, Primer paso: mandar a callar a todos. Segundo paso: un discurso acerca de algo que no me importa. Tercer paso: sacar mi Ipod , colocarme los audífonos y desconectarme por completo del mundo.

 

 

Mas tarde en el almuerzo todo el mundo estaba hablando acerca de algo de lo cual yo no tenia ni idea. Mirando a mis compañeros desde otro ángulo, me recordaban a pequeños pajaritos hiperactivos tratando de salir de sus jaulas, me estaban volviendo loca. Supongo que estas cosas llegan a pasar cuando andas mucho tiempo en las nubes, nunca te enteras de nada de lo que sucede. Lisa también estaba igual que el resto. Ella y Alessandra, una chica de su clase de arte, estaban emocionadas acerca del mismo tema del cual yo carecía de conocimientos. Estaba empezando a preguntarme que era lo que tanto emocionada a la gente. Justamente cuando iba a preguntarle a Lis que estaba pasando, Leo entro en la cafetería, decidí  que era mejor mantener la boca cerrada.

 

 

Caminaba hacia la mesa donde todo el mundo, con una vida social lo suficientemente interesante estaba sentado, y con una vida social me refiero a el centro comercial, las porristas y los baños. Decidí ignorarlo, como siempre hacia. Cuando estaba saliendo con el me di cuenta de lo estupido que era y entonces quise romper con el. No le gusto, herí su ego y su virilidad quedo por los pisos por el hecho de que yo lo hubiera cortado. Nadie termina con Leo, y todavía nadie lo hace. Solo con una excepción: Yo. Y estoy pagando muy caro por esa excepción. No pudo soportarlo no podía decirle a la escuela entera que yo lo había cortado, así que decidió decirle a todo el mundo que el termino conmigo porque yo era una especie de acosadora, loca y maniática que no lo dejaba en paz. Trate de negarlo, pero no sirvió de nada. La influencia de Leo era demasiado grande para que alguien le hiciera frente. Leo dejo cicatrices tanto emocionales como físicas en mi, e hizo de mi vida un infierno. Luego conocí a Lis, la chica dulce con pelo rubio y ondas con unos lindos ojos marrones que comunicaban sus buenas intenciones. Ella no me juzgo, a diferencia de todos lo demás. Ella me acepto como soy y eso fue lo que me salvo. Desde ese momento éramos amigas, unas muy buenas hasta donde yo pensaba. Mientras Leo caminaba a su mesa se volteo y nuestros ojos se encontraron. Los suyos eran fríos y prácticamente me gritaban: vete al diablo.

 

Leo no era para nada feo, de hecho era bastante lindo. Uno de esos chicos que toda chica desea tener, claro sin tener en cuenta la personalidad. Tenia un buen cuerpo, no el mejor que he visto pero bastante bueno en comparación con los otros chicos de mi colegio. Tenia el cabello rubio brillante y los ojos color caramelo claro. En conclusión Leo estaba bastante bien. Bueno… bien si es que hay alguien así en Trennsville. Seriamente, este es el lugar mas aburrido que pueda existir y lo peor era que aquí los chicos lindos estaban en peligro de extinción. Son como los dinosaurios, la gente habla de ellos pero nadie los ha visto realmente. Cuando volví la cabeza, ví que Lis me estaba mirando con una preocupación reflejada en los ojos.

 

-. ¿Qué?, ¿Hay algo en mi cara?.- le pregunte. No me gustaban los ojos de Lis cuando se preocupaba. Se le veía triste y sombría.

 

-. No, para nada.- dijo Lis. ¿Qué pasa con ella?. En vez de preguntarle porque me miraba así, me acorde lo que iba a preguntar solo unos minutos antes de que Leo me interrumpiera.

 

-. Dime Lis, ¿qué es eso de lo que todo el mundo esta hablando?.-Nos levantamos y empezamos a caminar en dirección a nuestros casilleros. Ahora que Leo estaba en la cafetería, no quería permanecer mas en esta mas del tiempo preciso.

 

-. ¿Donde estabas en la clase de la Srta. Hermand?.- me pregunto.

 

-. Ehhhh…. Déjame pensar… tenia una reunión pendiente con Alessana y  Three Days Grace, lamento mucho no haber podido acompañarlos en clase de ciencias.- le dije aquello sonriendo. Tomarle el pelo a Lis era bastante divertido, pues ella poseía una paciencia infinita. Pero no era nueva mi afición de escuchar música durante clases. Eso ya debería saberlo.- Algo mucho mas importante que los discursos de la Srta. Hermand.

 

-. No se por que pregunto algo tan obvio.- dijo ella como resignándose. No iba a empezar a darme un discurso estilo los de su madre. Al principio lo había, ahora creo que se ha curado de su manía.- Escúchame. Este fin de semana las inscripciones están abiertas. Lo que significa que van a haber nuevos estudiantes, y todo el mundo se esta preguntando como van a ser. Tu sabes, nuevas porristas, Nerds, emos, e incluso algún chico lindo. Eso seria genial.

 

-. Si…. Claro. Como si eso fuera a pasar.- ¿qué clase de chico lindo en su sano juicio aparecería en Trensville? De modo que era eso sobre lo que todo el mundo estaba hablando. Nuevos estudiantes. Probablemente nadie interesante, solo unos cuantos alumnos normales que quieren cometer un suicidio y decidieron entrar a esta esuela para realiza su cometido. Cualquiera que realmente quisiera entrar a esta cárcel debe ser lo bastante raro o tener serios problemas mentales. Una de dos o las dos juntas. Este es el lugar mas aburrido de todo Trennsville. Hasta la playa, que es demasiado traumática para mi, es mejor que este sitio. Y eso es mucho decir viniendo de mi. Lis se despidió de mi con un gesto de la mano y se fue a su clase de aritmética. Yo me quede atrás tratando de organizar mi desastroso casillero y así poder encontrar mi libro de Biología.

 

-.Bueno… ¿quieres venir conmigo y con Keila al colegio este fin de semana? Solo para ver el nuevo material.- Alessandra, la chica que estaba hablando con Lis en la pausa del almuerzo, salio de la nada y me pregunto.- Creo que Lis también viene. Era la primera vez que alguien aparte de Lis me invitaba a salir. Esto tendría que ser algo bueno.

 

-. Me encantaría.- estaba entusiasmada, mi tono de voz lo reflejaba. De repente la realidad me dio un golpe bajo.- Pero tengo algo que hacer este fin de semana. Lo siento. Talvez la próxima. Gracias por la invitación- Si es que era que había una próxima vez. En un largo tiempo nadie me había pedido salir juntos. En mucho tiempo nadie tampoco tenia el valor o las ganas de hablarme. Y ahora que finalmente había hecho contacto con alguien, él tenia que arruinarlo.

 

Este fin de semana tenia que ir a casa de mi Padre. No lo soporto. Mis padres se divorciaron poco después de mi accidente. Ya ni siquiera se hablan el uno al otro. Me dejo cuando era solo una niña, pequeña y traumatizada, y ahora quería estar conmigo para poder recuperar el tiempo perdido o yo no se que otra tontería. Pero lo que el no sabe es que es demasiado tarde para sentir nostalgia o arrepentimiento. Si fuera por mi, yo no iría. Pero mi madre siempre reza para que mi padre nos lleve todo el fin de semana y ella pueda tener un poco de libertad. Aunque no me gustaba esa actitud d mi madre sabia que se merecía así fuera unas pocas horas de descanso. Solo por ese motivo empacaba mis cosas y me dirigía 2 veces al mes a casa de mi padre.

 

Ahora tenia que pasar todo un fin de semana de mi preciosa vida “divirtiéndome “ en casa de mi padre. Creg, mi hermano pequeño de 9 años, iba a ir con nosotros. Creg pasa todo el día viendo películas en su habitación. Y cuando se aburre decide molestarme, haciendo mi vida imposible con sus bromas. . 

 Así que mi castigo comienza…..justo… ahora.

Ringggg